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FAO: Hay 122 millones de personas más que en 2019 afectadas por el hambre debido a múltiples crisis, según revela un informe de las Naciones Unidas.
Montevideo | | La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) difundió una nota informativa en la que advierte el aumento del hambre en el mundo: respecto a 2019 ahora hay 122 millones de personas más afectadas por el hambre. Las últimas investigaciones muestran que en la actualidad, en comparación con los 613 millones de 2019. Los factores que la FAO expone como responsables de ese incremento son “la pandemia y a las reiteradas perturbaciones relacionadas con el clima y los conflictos, incluida la guerra en Ucrania”, así se señaló en “la última edición del informe (SOFI)*, que se publicó el miércoles 12 de julio conjuntamente por cinco organismos especializados de las Naciones Unidas. El informe no lo menciona, pero de lo anterior podemos inferir que en el mundo ganan importancia los países productores de alimentos, como Uruguay; y si tenemos una mirada regional, como el Mercosur. “Si las tendencias continúan como están, el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de poner fin al hambre para 2030 no se podrá alcanzar”, se advirtió por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). El siguiente es el texto elaborado por FAO. , por lo que el punto medio del intervalo se sitúa en 735 millones. Esta cifra representa un incremento de 122 millones de personas en comparación con 2019, antes de la pandemia de la enfermedad por coronavirus (Covid-19). Si bien . En 2022 se observaron progresos en la reducción del hambre en Asia y América Latina, pero el hambre siguió aumentando en Asia occidental, en el Caribe y en todas las subregiones de África. , ya que una de cada cinco personas se enfrenta al hambre, más del doble de la media mundial. “Hay rayos de esperanza, algunas regiones están en vías de cumplir ciertas metas nutricionales para 2030. No obstante, en general, para rescatar a los ODS. Debemos , desde los conflictos hasta el clima”, señaló el Sr. , en un mensaje de vídeo durante la presentación del informe en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Los jefes de los cinco organismos de las Naciones Unidas -Qu Dongyu, director general de la FAO; Álvaro Lario, presidente del FIDA; Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS; Sra. Cindy McCain, directora ejecutiva del PMA; y Catherine Russell, directora ejecutiva del Unicef- escriben en el prólogo del informe: “Sin duda, cumplir la meta de los ODS de alcanzar el hambre cero de aquí a 2030 supone un reto abrumador. De hecho, ”. Los principales factores de inseguridad alimentaria y malnutrición son la “nueva normalidad”, añaden, y del ODS 2. La . En el informe se constata que , a juzgar por la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave. Entre ellas, . Entretanto, : más de 3.100 millones de personas en el mundo, esto es, el 42% de la población mundial, no podían permitirse una dieta saludable en 2021. Esto representa un incremento global de 134 millones de personas en comparación con 2019. : en 2022 se registraron 148 millones de niños menores de cinco años (22,3%) sufrían retraso del crecimiento, 45 millones (6,8%), emaciación y 37 millones (5,6%), sobrepeso. Se han registrado : el 48% de los lactantes menores de seis meses de edad se beneficiaron de esta práctica, cerca de la meta para 2025. Sin embargo, se precisarán medidas más concertadas a fin de alcanzar las metas para 2030 en materia de malnutrición. En el informe se analiza . Dado que se prevé que en 2050 casi siete de cada 10 personas vivirán en ciudades, los gobiernos y otros agentes que trabajan para combatir el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición . En particular . Se necesita una perspectiva más compleja de todo el continuo rural-urbano . Por primera vez, esta evolución se documenta de forma sistemática en 11 países. En el informe se muestra que , incluidos los que residen lejos de los centros urbanos. Asimismo, los nuevos datos indican que . Lamentablemente, La inseguridad alimentaria moderada o grave afectaba al 33% de los adultos que viven en las zonas rurales y al 26% de los que viven en las zonas urbanas. : la prevalencia del retraso del crecimiento en niños es mayor en las zonas rurales (35,8%) que en las zonas urbanas (22,4%). La emaciación es mayor en las zonas rurales (10,5%) que en las urbanas (7,7%), mientras que el sobrepeso es ligeramente superior en las zonas urbanas (5,4%) en comparación con las zonas rurales (3,5%). En el informe se recomienda que, para promover eficazmente la seguridad alimentaria y la nutrición, las intervenciones en materia de políticas, las medidas y las inversiones deben guiarse por una . : “La recuperación de la pandemia mundial ha sido desigual, y la guerra en Ucrania ha afectado a la disponibilidad de alimentos nutritivos y dietas saludables. Esta es la ‘nueva normalidad’ en la que el cambio climático, los conflictos y la inestabilidad económica están alejando a las personas marginadas todavía más de la seguridad. No podemos seguir haciendo simplemente lo que se ha hecho toda la vida”. : “Un mundo sin hambre es posible. Lo que nos falta son las inversiones y la voluntad política para llevar a la práctica soluciones a gran escala. Podemos erradicar el hambre si se convierte en una prioridad mundial. Las inversiones en los pequeños agricultores y en su adaptación al cambio climático, el acceso a insumos y tecnologías y el acceso a financiación para establecer pequeños agronegocios pueden marcar una diferencia. Los pequeños productores son parte de la solución. Si reciben el apoyo adecuado, pueden producir más alimentos, diversificar la producción y abastecer a los mercados tanto urbanos como rurales, ofreciendo a las zonas rurales y las ciudades alimentos nutritivos de producción local”. : “La malnutrición es una amenaza importante para la supervivencia, el crecimiento y el desarrollo de los niños. La escala de la crisis nutricional exige una respuesta más firme centrada en los niños, que incluya la priorización del acceso a dietas nutritivas y asequibles y servicios esenciales de nutrición, la protección de los niños y adolescentes frente a los alimentos ultraprocesados y pobres en nutrientes y el fortalecimiento de las cadenas de suministro alimentario y nutricional, entre ellas las de alimentos enriquecidos y terapéuticos para niños”. : “El hambre está aumentando al tiempo que los recursos que necesitamos urgentemente para proteger a los más vulnerables se están reduciendo peligrosamente. Como trabajadores humanitarios, nos enfrentamos al mayor desafío que hemos visto. Necesitamos que la comunidad mundial actúe de manera rápida, inteligente y compasiva para revertir el curso e invertir la tendencia del hambre. En el PMA estamos comprometidos a trabajar con todos nuestros asociados, tanto antiguos y nuevos, para crear un mundo en el que nadie se pregunte cuándo será su próxima comida”. : “La emaciación infantil sigue siendo inaceptablemente elevada y no se han realizado progresos en la reducción del sobrepeso infantil. Necesitamos políticas públicas, inversiones y medidas específicas a fin de crear entornos alimentarios más saludables para todos”. : la inseguridad alimentaria aguda se define como un estado de inseguridad alimentaria, en un área concreta y en un momento determinado, que reviste una gravedad tal que amenaza las vidas humanas o los medios de subsistencia, independientemente de las causas, el contexto o la duración. A este respecto, resulta pertinente proporcionar orientación estratégica que se centre en objetivos a corto plazo para prevenir, mitigar o reducir los efectos de la inseguridad alimentaria aguda grave. Este indicador se utiliza en el Informe mundial sobre las crisis alimentarias (Red de Información sobre Seguridad Alimentaria y Red mundial contra las crisis alimentarias, 2023). : sensación incómoda o de dolor causada por un consumo insuficiente de energía alimentaria. En este informe, el término “hambre” es sinónimo de subalimentación crónica y se cuantifica mediante la prevalencia de la subalimentación. : estado fisiológico anormal debido a un consumo insuficiente, desequilibrado o excesivo de macronutrientes o micronutrientes. La malnutrición incluye la desnutrición (retraso del crecimiento y emaciación infantiles y carencias de vitaminas y minerales), así como el sobrepeso y la obesidad. : nivel de gravedad de inseguridad alimentaria en el cual las personas afrontan incertidumbres sobre su capacidad para obtener alimentos y se han visto obligadas a reducir, en ocasiones durante el año, la calidad o la cantidad de alimentos que consumen debido a la falta de dinero u otros recursos. Hace referencia a una falta de acceso continuado a los alimentos, lo cual disminuye la calidad de la dieta y altera los hábitos alimentarios normales. Se mide mediante la escala de experiencia de inseguridad alimentaria y contribuye al seguimiento de los progresos realizados en relación con la meta 2.1 de los ODS (indicador 2.1.2). : nivel de gravedad de inseguridad alimentaria en el cual, en algún momento del año, las personas se han quedado sin alimentos, sufren hambre y, en el caso más extremo, pasan uno o más días sin comer. Se mide mediante la escala de experiencia de inseguridad alimentaria y contribuye al seguimiento de los progresos realizados en relación con la meta 2.1 de los ODS (indicador 2.1.2). : condición en la cual el consumo habitual de alimentos de un individuo es insuficiente para proporcionarle la cantidad de energía alimentaria necesaria a fin de llevar una vida normal, activa y sana. La prevalencia de la subalimentación se emplea para medir el hambre y los progresos realizados en relación con la meta 2.1 de los ODS (indicador 2.1.1). (*) Descargue informe :
Jul 13, 2023